“El desencanto que siento hacia el ser humano me permite estar profundamente enamorado de él”

Entrevista a Xavier Altimiras, director Creativo de UCI- Unión de Créditos Inmobiliarios.

Xavier Altimiras es el Responsable del Departamento Creativo de UCI- Unión de Créditos Inmobiliarios (Establecimiento Financiero de Crédito), compañía donde lleva ejerciendo su actividad más de 5 años en el desarrollo de la marca a través de la creación de un equipo in-house para la evolución y mantenimiento de las cuatro marcas del grupo. Cabe destacar en este aspecto que no es algo habitual que una entidad financiera desarrolle un equipo creativo in-house que se convierta en el motor de su reactivación de marca y de su innovación.

De hecho, ya hay voces que ponen muy en valor el nuevo perfil de diseñador que empieza a nutrir desde dentro a las empresas.

Licenciado en Bellas Artes por la Universitat de Barcelona, complementó su formación posteriormente con Arquitectura en la Universidad Politécnica de Madrid.

Su anterior trayectoria profesional la inició en uno de los primeros portales inmobiliarios, inmoclick, y ha pasado por distintas fases emprendiendo su propio estudio de diseño y branding A3Factorydesign.

En 2010 empezó sus labores de consultoría de marca en UCI como consultor externo.

Conozco a Xavier con motivo del lanzamiento de un nuevo dossier corporativo para su compañía, en el que ha estado trabajando mucho, pues su objetivo es darle un toque diferente y fuera de lo convencional. Su planteamiento diferenciador para este documento coincide con los aspectos que deja ver de su personalidad: un profesional involucrado pero, a su vez “inquieto”, con una mentalidad abierta, que piensa y se plantea alternativas para diferenciar los proyectos en los que se involucra, siempre a partir del porqué de cada proyecto, y para ello, no se cansa de explorar su entorno para dar más de sí mismo.

A lo largo del cuestionario hablaremos de su espacio en la red: http://fcescxavier.com. Un lugar donde deja ver su esencia, reflexiona, comparte ideas, se explaya y es generoso con el lector, pues aporta una vasta cantidad de conocimiento, siempre vinculado a su sector y sus inquietudes.

¡Comencemos su entrevista!:

-Soy un artista, así me expreso. Pienso como un diseñador, así me trato de comunicar. Siento como un arquitecto, así integro pensamiento y acción para el cambio. Un resumen práctico pero que no deja de ser fascinante, sobre tus cualidades. ¿Cómo y para qué se conjugan el artista, el diseñador y el arquitecto en un único perfil?

Es difícil explicarlo, porque a veces conviven y a veces se muestran distantes en la práctica de cada día. No creo que un diseñador sea un artista, así como tampoco creo que un artista sea un diseñador. Al arquitecto, de momento, lo dejo fuera, aunque bien pudiera ser el elemento claramente integrador. En algunos trabajos, el planteamiento empieza por el artista que necesita sentirse involucrado y para ello investiga con la objetividad de un diseñador, buscando la función, el sentido de todo, la responsabilidad. Recuerdo una vez que una amiga, tras un viaje, me mostró un objeto bello que había adquirido tratando de buscar el apoyo de su amigo artista. Para su perplejidad, le pregunté para que servía y no le di mayor apoyo en su sentido estético. Así funciona mi cabeza: intuye como un artista y piensa como un diseñador. No es fácil, pero me he acostumbrado a trabajar con mucho respeto por el sentido crítico que tienen mis dos mentalidades y,  en el equilibrio, encuentro al arquitecto esperando al final de todo. En la mayoría de los proyectos no hay nadie allí, es entonces cuando sé que todavía no he llegado.

“Así funciona mi cabeza: intuye como un artista y piensa como un diseñador”.

Nunca trabajaré en una compañía de seguros, ni en una agencia inmobiliaria y mucho menos en un banco. ¿Qué pensamiento había detrás de esta tajante y decidida afirmación? ¿Qué siente el Xavier hoy, Director Creativo de UCI- Unión de Crédito Inmobiliarios?

Ufff… recuerdo el día que lo dije con gran nitidez, recuerdo el recibidor de la casa de una amiga, su padre era agente inmobiliario, con el tiempo he sabido que trabajó con UCI, por eso sé que no es un frase inventada. Yo, por aquel entonces, era muy artista, en la más profunda y amplia acepción del término, de los que no se preocupan por entrar en el sistema, más bien al contrario, celoso de que no me mezclaran con él. Un poco soberbio en mis convicciones. Miro de reojo y pienso en esa ingenuidad que tenía entonces del que cree que puede plantarle cara al mundo sin un plan, y me encanta, pero después pienso que a pesar de todo lo que he cambiado, no estoy tan lejos de ese espíritu irreductible contra lo que no me parece responsable de entonces. Actualmente, Pere me llama por teléfono y me pregunta: ¿Qué tal, Juana de Arco?… Hemos cambiado mucho,  me descubro sin querer con más años pero sin haber cambiado tanto en aquello que verdaderamente me importa. Es como si nos pasáramos la vida negociando con nosotros mismos y, al final, nos diéramos cuenta de que lo que nos queda es lo que ya teníamos. Y que lo importante es por todo aquello que hemos pasado. Finalmente no he acabado siendo ese artista de éxito, no podía con esa sensación de producir en serie y perder el sentido de lo que estaba haciendo. Me cuesta obedecerme incluso a mí mismo: cómo podría hacerlo a todo un mercado de arte. A pesar de todo, siento esa misma reponsabilidad y trato de compartir con honestidad lo que hago. De hecho, para consolarme, suelto un “siempre me ha parecido muy egoísta el papel del artista”. Jajajaja.

“Por aquel entonces era muy artista, en la más profunda y amplia acepción del término, de los que no se preocupan por entrar en el sistema, más bien al contrario, celoso de que no me mezclaran con él. Miro de reojo y pienso en esa ingenuidad que tenía entonces del que cree que puede plantarle cara al mundo sin un plan”.

-Todo indica que una de las misiones de las que más orgulloso estás durante los últimos casi 6 años, y que probablemente más te reconforta laboralmente, es la creación de ese equipo in-house que entienda las necesidades específicas de la compañía. Háblanos de su origen y en qué punto se encuentra ahora mismo el proyecto.

Todo empezó por accidente, cuando trato de irme de los sitios es cuando me empiezo a involucrar realmente en lo que hago. Después de dos años de colaborar en labores de consultoría de branding, planteé la posibilidad de recuperar cierta independencia y libertad para trabajar con otros clientes; tiendo a dejarme absorber por los proyectos en los que colaboro. Cuando manejaba esta alternativa, me propusieron la opción de desarrollar las marcas de UCI a partir de un equipo que ya existía, pero que debía potenciar y desarrollar para los nuevos retos de la compañía. No planifico: si algo sucede en algún momento en mi cabeza, es que visualizo las cosas y entonces es muy difícil apartarme de lo que tengo que hacer. Así que entendí que había que cambiar muchas cosas y, sobretodo, la percepción que el equipo tenía de sí mismo. Pero jamás traté de hacerlo desde los conceptos sino desde la acción. Trabajaba prototipando escenarios y posibilidades y convirtiéndonos cada día en más conocedores de lo que teníamos que hacer. Nos faltaba técnica y conocimientos, pero eso no era importante. Los tres primeros años sirvieron para conocer la empresa y conocer las posibilidades y, desde entonces, no parar de crecer e instalarnos en zona de aprendizaje. Hemos desarrollado webs como la de hipotecas.com, contenidos audiovisuales para eventos, cambiado las marcas de la compañía al estilo del Pony Express, sin bajar de la montura en ningún momento; y minimizando los tiempos de reflexión para llegar a tiempo. UCI es una empresa de acción, hubiese sido imposible si no nos hubiésemos adaptado al modo de hacer de la compañía y de las personas que colaboran y la dirigen. Y, lo más importante, hemos contactado con la compañía participando activamente en la transformación y desarrollo de muchas áreas. Diseñar es eso: conectar, conectar y conectar. Este año, cuando estábamos empezando a dudar de lo hecho y nos encontrábamos agotados por todo lo realizado, recibimos el premio de innovación de la compañía.

“UCI es una empresa de acción, hubiese sido imposible si no nos hubiésemos adaptado al modo de hacer de la compañía y de las personas que colaboran y la dirigen. Este año, cuando estábamos agotados por el trabajo realizado, recibimos el premio de innovación de la compañía”.

En tu biografía dices estar enamorado del ser humano. ¿Por qué esta afirmación, tan sincera y profunda? A su vez, ¿puedes hacer un esfuerzo por darnos a conocer alguna faceta del mismo que te produzca, al menos, cierto desencanto?

Es cierto, y es ese propio desencanto que me pides que apunte el que me permite estar profundamente enamorado de él. No tiene nada de naif mi afirmación, ya que no creo en su bondad ni en su malicia. Sencillamente, me parece de una complejidad que me fascina. Trato de definir lo que siento cuando estoy con alguien, observar atentamente los detalles mínimos, con lo que esto tiene de carga descriptiva. Que sea positiva y negativa a mí me interesa muy poco; quiero decir que cuando me encuentro describiendo a alguien, tengo la sensación de que los que me escuchan podrían pensar que estoy juzgando, cuando lo que realmente me interesa es entender, me gustan las personas diferentes. Me gusta hablar con las personas, entenderlas, buscar más allá de las apariencias y descubrir como piensan. En una reunión con mi equipo, Pablo me decía: Me da la sensación de que tú, Xavi, te enamoras de nuestras cabezas, de nuestras mentes… Y la verdad es que creo que dio en el clavo. Esa es tal vez mi debilidad y mi fortaleza: me gusta enamorarme de las palabras, de los razonamientos, de las discusiones… A veces tengo la sensación que actúo como un camaleón: mi capacidad aumenta o disminuye en función de a quién tengo delante, y eso hace que disfrute enormemente de todo porque somos cambiantes. Aunque he de reconocer que los grandes grupos me gustan muy poco. Tal vez en todo lo que he dicho puedes encontrar esa situación que me pedías de desencanto, y eso puede suceder cuando delante no hay nada.

“Me gusta hablar con las personas, entenderlas, buscar más allá de las apariencias y descubrir cómo piensan. A veces tengo la sensación que actúo como un camaleón: mi capacidad aumenta o disminuye en función de a quién tengo delante, y eso hace que disfrute enormemente de todo porque somos cambiantes”.

Quería agrupar en un solo proyecto todos los que hasta la fecha he intentado. Es un intento de dejar de ser transparente y tratar de ocupar un lugar para mi mismo. Por lo menos es una declaración de intenciones. Durante los últimos años he trabajado en muchos proyectos personales bajo diferentes formatos y casi firmado por diferentes heterónimos. Creo que ahora trato de reunirlos a todos, lo cual por tiempo y capacidad no es tarea fácil; alguno de ellos es irreductible y es complicado encontrar la fuerza para colocar en este blog todo lo que pienso. Esto es una especie de striptease y reconozco que al principio soy muy pudoroso, a pesar que que pueda parecer muy impetuoso con mis ideas. Al final, aspiro a un espacio propio donde ordenar mis pensamientos. Me gusta releer lo que pienso porque muchas veces aprendo de lo que hace mucho tiempo escribí y descubro matices que me enseñan cosas que ni siquiera sabía que estaban. Escribir para mí es comunicar en diferido, posponer los pensamientos para otro momento. El que escribe es uno diferente del que lee y eso es siempre una experiencia maravillosa.

“Mi espacio es una especie de striptease y reconozco que al principio soy muy pudoroso, a pesar de que pueda parecer muy impetuoso con mis ideas. Escribir para mí es comunicar en diferido, posponer los pensamientos para otro momento. El que escribe es uno diferente del que lee y eso siempre es una experiencia maravillosa.

-¿Qué es lo que más te atrae del desarrollo del personal branding y qué objetivos tienes por delante en esta área?

No sé si es branding personal, lo que si creo es que todos tenemos una voz y una manera de expresarnos y de conectar con el mundo. Nuestro valor no es lo que está en juego, lo que verdaderamente es importante es el crecimiento personal que nos lleva a valorar nuestra propia voz. Natalia y Martina salen de casa el fin de semana con un cuaderno y aprovechan para dibujar en cualquier cafetería, en el Louvre nos detuvimos en una sala llena de esculturas, no se resignaban a abandonarla sin dibujar muchas de ellas en sus blocs. -“Normal, copian lo que tú haces desde hace muchos años”. Dice Marta, mi mujer. Y es cierto que desde hace años llevo siempre una libreta donde tomar notas. libretas de todos los tamaños donde llevo un inventario de ideas, momentos, gentes y lugares. Este año estuve en la India; una de las cosas que traje conmigo, a parte de la fascinación por lo que vi en el poco tiempo que estuve en Calcuta y la meditación, y que creo que conecta ambas cosas de un modo que todavía desconozco, es la sensación de que existe un proyecto y que cada día debemos preguntarnos si estamos en nuestro proyecto. Al volver, empecé a intensificar mi trabajo en este blog, que todavía no acabo de lanzar y una serie de dibujos que vengo desarrollando los últimos 7 años. Es un trabajo lento y sutil que merece la pena.

“Una de las cosas que traje conmigo de mi viaje a la India es la sensación de que existe un proyecto y que cada día debemos preguntarnos si estamos en nuestro proyecto. Mi blog es un trabajo lento y sutil que merece la pena”.

-Para terminar: ¿puedes ofrecernos tu propia definición de comunicación?

Conectar, conectar, conectar y después de todo conectar.

“Comunicar es conectar, conectar, conectar y, después de todo, conectar”.

¡Gracias infinitas, Xavier!