10 Retos de un consultor de comunicación freelance

En el mercado de los servicios de consultoría de comunicación está muy presente, y de manera creciente, el perfil profesional de freelance o trabajador autónomo. En términos generales, un consultor freelance ofrece y se beneficia de diversas ventajas con las que no podría contar si desempeñara sus funciones desde dentro de la empresa. La principal de ellas, sin duda, es su independencia. Ahora bien, saber sacar el mayor partido de ella dependerá en gran medida de su capacidad para afrontar una serie de retos que tiene por delante.

Hace un tiempo, mi ex compañera de trabajo y, ante todo, amiga Rosa Larrea participó en Top Comunicación con un artículo de opinión sobre lo que ella considera los: “7 secretos de un freelance en comunicación”. Creo que su lectura supone una útil referencia a la hora de hacerse una buena idea de lo que significa desarrollar nuestro trabajo bajo este prisma.

Mi intención con este post no es más que plasmar los que considero principales retos que debe afrontar esta figura profesional hoy en día.

En el mercado de la comunicación está muy presente, y de manera creciente, el perfil profesional del freelance.

  1. Disciplina. Cuando uno es, en cierto modo, el dueño de su trabajo, tiempo y organización es cuando verdaderamente necesita aplicarse un elevado estándar de responsabilidad y disciplina. Lejos de lo que pueda parecer, que la jornada laboral dependa de uno mismo es un reto, gratificante en cuanto a la libertad que concede, pero ante el cual hay que estar a la altura de manera permanente.
  2. Organización. En línea con el punto anterior, el trabajador freelance tiene la obligación de organizarse pues, generalmente, su día a día requiere atender varios frentes de clientes y colaboradores distintos. Para ello es necesario priorizar y distinguir entre lo urgente, lo importante y lo cotidiano. Nuevamente, es preciso estar alerta y no bajar la guardia.
  3. Confianza. La confianza requiere tanto estar conforme y motivado con las propias capacidades y habilidades, como permanecer en sintonía  con el resto de interlocutores con los que uno colabora, ya sean clientes, proveedores o compañeros/ colaboradores. Cuando uno tiene que responder en primera persona de su desempeño necesita cultivar una alta dosis de autoestima y motivación. Es, quizá, uno de los mejores momentos profesionales para crecer y demostrarse a uno mismo lo que es capaz de abarcar.
  4. Flexibilidad. Me refiero especialmente a tener lo que se conoce como “mano izquierda” y a ser, con los límites precisos, condescendiente con las opiniones, argumentos y planteamientos de los interlocutores con los que compartimos nuestro tiempo e ideas. Por supuesto, nunca hay que abandonar el espíritu crítico-constructivo, pero lo que quiero expresar en este punto es más bien la necesidad de ser comprensivo y no pretender que nuestro trabajo se ejecute y resuelva en el tiempo y del modo marcados por uno mismo, sino teniendo en cuenta con quién y para qué se está colaborando. Comprender bien este punto evitará muchas frustraciones innecesarias. Los que trabajamos en comunicación, como freelance o bajo otra modalidad profesional, sabemos con certeza que en este mercado no hay nada 100% previsible y, si bien es precisa una anticipación y planificación, los resultados esperados llegarán dependiendo, en tiempo y modo, de muchos otros factores.
  5. Emprendizaje. Como anticipaba en otro punto, si hay una etapa profesional que a uno le permita ser creativo, constructivo, desarrollar nuevas ideas, plantear escenarios diferentes, analizar alternativas y ofrecer respuestas útiles y novedosas, es esta. Yo lo llamaría auto-emprendizaje, y es esa capacidad de desarrollar y dar lo mejor de uno profesionalmente hablando.
  6. Colaboración. Cuando se es freelance se colabora especialmente: con el cliente, con otras agencias, con los medios de comunicación, con los diversos proveedores, con otros colegas del sector y, por supuesto, con el público objetivo de cada proyecto, en última instancia. La actitud que hay que mantener es colaborativa y no de rivalidad. De todo y de todos se aprende algo, bueno, malo, regular o incluso “neutro”, que poder aplicar en nuestro desempeño (ahora o en el futuro).
  7. Reciclaje. Sobre todo en el mercado que nos atañe, es precisa una actitud de formación permanente, que no solo nos la ofrecerán determinados cursos (redes sociales, nuevas tecnologías aplicadas a la comunicación, técnicas de redacción), sino también y especialmente estarán a nuestro alcance documentándonos constantemente, leyendo mucho y observando lo que otros agentes y profesionales de diversa índole están haciendo en nuestro mercado.
  8. Networking. Las relaciones con los diferentes actores que intervienen en el sector de la comunicación son absolutamente necesarias y fundamentales. Poco más puedo añadir en este punto salvo que, como es sobradamente conocido, redes sociales líderes como Linkedin nos están permitiendo a todos los profesionales dar grandes y fructíferos pasos en esta dirección. Además de mantenernos al día en cuanto a noticias y contenidos, Linkedin nos permite desarrollar una función básica de la comunicación: la función fática o relacional.
  9. Honestidad. Me aproximo con este punto a otro terreno, que tiene mucho más que ver con los valores humanos aplicables a los negocios. Me he planteado si destacarlo o no como reto y, finalmente, he pensado que sí, por supuesto. Honestidad en el sentido amplio de la palabra: al desempeñar las tareas, al llevar a cabo los contactos, al promocionarse, a la hora de presentar resultados, y siempre.
  10. Perspectiva. Por último, un freelance tiene que mirar con perspectiva el mercado laboral, saber bien en qué punto se encuentra y cuáles son sus opciones profesionales tanto en el corto, como especialmente en el medio y largo plazo. Como muchas veces implica estar vinculado a un proyecto, con una duración limitada en el tiempo, es preciso saber mirar con esa lupa que nos permite identificar nuevas y futuras opciones. Nunca hay que olvidarse de sembrar pues, más que nunca, lo estamos haciendo en nuestro propio terreno, que será el que luego nos brinde y nos haga disfrutar de nuestra merecida cosecha.