No comunicar

No se puede no comunicar, hagas lo que hagas siempre transmites algo.

 

Esta afirmación es muy sencilla y simple de comprender. Aun así, no siempre la tenemos en mente cuando nos relacionamos con nuestra audiencia en cualquier ámbito (laboral, personal).

Se trata simplemente de saber que no existe una comunicación aséptica porque, incluso esta misma modalidad de comunicación implica o conlleva una intención; y la intención transmite. Por lo tanto, siempre estamos comunicando algo.

De hecho, es bien sabido que el propio silencio, a veces, comunica más que la palabra: reflexión, emoción, respeto, atención, misterio, y un sinfín de posibilidades. Los grandes comunicadores son aquellos que saben hacer un uso eficaz y efectivo del silencio.