“La escritura siempre será una forma de ajustar cuentas con la realidad”

Justo Zamarro es profesor, escritor pero, ante todo, es un amigo y una persona especial y muy cercana a mi familia, desde que íbamos al colegio.

Te queremos mucho, Justo. Es un orgullo para mí ver que has alcanzado una de tus metas este año: lanzar al mercado y presentar el 2 de junio en Madrid (Casa del Libro, Centro Comercial Tres Aguas de Alcorcón), tu primera novela, “El fuego y la noche”. Un título atractivo que a muchos nos intriga y nos atrae para meternos de lleno en su lectura.

Comparto en mi espacio la entrevista en la que amable y rápidamente Justo ha aceptado participar:

Justo Zamarro lanza al mercado y presenta en Madrid su primera novela: “El fuego y la noche”.

-Empecemos por tu faceta de profesor de español e historia, Justo. ¿Cuándo y por qué decidiste marcharte fuera de España a ejercer profesionalmente?

Me fui de España en el año 2006. En principio, me fui a Italia a disfrutar de una Beca Erasmus, pero luego cambió el viento y decidí irme a vivir a Viena. De todos modos, me siento muy cerca de lo que pasa en mi país. Viena, se fue convirtiendo en ese lugar en el que desarrollaba mi vida pese a saber que una parte de mí seguía viviendo, de algún modo, en Madrid. Nada que no hayan sentido los muchos españoles que  han tenido que buscarse la vida fuera de sus fronteras.

Viena, se fue convirtiendo en ese lugar en el que desarrollaba mi vida pese a saber que una parte de mí seguía viviendo, de algún modo, en Madrid.

-Estás escribiendo tu tesis doctoral en Literatura. ¿Puedes contarnos qué está suponiendo para ti esta experiencia? ¿Qué es lo que más te está aportando y cuáles son las dificultades que estás encontrando en tu camino?

Bueno, la tesis doctoral, en la mayoría de los casos, es como ese amigo con el que nunca terminas de concretar una cita pese a que te cae de maravilla. Es decir, algo que está ahí pendiente y que te acompaña durante años pero que, por circunstancias de la vida, siempre acaba en un segundo plano. Lo cierto es que escribir una tesis doctoral sin ningún tipo de beca supone trabajar de un modo intermitente. Así que, para responder a tu pregunta, puedo decir que la mayor dificultad que he encontrado es la falta de tiempo para ello.

La tesis doctoral es como ese amigo con el que nunca terminas de concretar una cita pese a que te cae de maravilla. Escribirla sin ningún tipo de beca supone trabajar de un modo intermitente.

-Pasemos a tu faceta de escritor. ¿Por qué la escritura, Justo?

La escritura siempre será una forma de ajustar cuentas con la realidad. No es que uno escriba sobre lo que ha vivido, pues la escritura es algo mucho más complejo; sino que al escribir uno tiene la sensación de poder acercarse a la realidad desde muchas perspectivas diferentes, lo que en la existencia real no es posible. La fase de documentación de mi novela El fuego y la noche fue, por ejemplo, muy divertida y enriquecedora. Me dio la oportunidad de hablar con gente con la que nunca antes hubiera hablado. Así que la escritura es un modo de acercarse a la realidad y también una oportunidad de modificarla. 

La fase de documentación de mi novela “El fuego y la noche” fue muy divertida y enriquecedora. Me dio la oportunidad de hablar con gente con la que nunca antes hubiera hablado.

-¿Cuáles crees que son las principales cualidades que definen al Justo escritor?

Bueno, creo que no se entiende un Justo escritor sin un Justo profesor. Todo el mundo es una mezcla fascinante de facetas que entrelazan unas con otras todo el tiempo. Pero si tuviera que perfilar en un par de líneas lo que me caracteriza como escritor diría: una curiosidad constante por conocer mundos o ambientes muy diferentes a los que yo habito, y las ganas de reflejar toda esa experiencia de conocimiento en forma de una novela que sea lo más eficaz posible.

Como escritor, me caracteriza una curiosidad constante por conocer mundos o ambientes muy diferentes a los que yo habito, y las ganas de reflejar toda esa experiencia de conocimiento en forma de una novela que sea lo más eficaz posible.

-Acabas de lanzar y estás a punto de presentar: El fuego y la noche. ¿Qué significa para ti esta, tu primera novela? ¿Qué o quién te inspiró a escribirla? ¿Qué sabor de boca quieres dejar en tus lectores?

El fuego y la noche es, como bien dices, mi primera novela. Supone un primer contacto con el mundo editorial y con el hecho de que mi historia pueda ser leída por un gran número de personas a las que espero que mi novela atrape, apasione y entretenga al mismo tiempo. Eso es lo que espero y lo que me gustaría.

Espero que mi novela atrape, apasione y entretenga al mismo tiempo.

¿Qué o quién me inspiró? Nunca hay un momento clave en el que uno diga: “¡Sí, qué buena idea, escribiré sobre eso!”. Es más bien un cúmulo de cosas: alguien te cuenta algo, un artículo leído que te impactó, alguna experiencia personal o cercana. De algún modo, la historia va creciendo por sí misma en la cabeza, desarrollando un argumento, presentando personajes, planteando ambientes y atmósferas… hasta que uno se sienta a escribir intentando plasmar eso que ha visto en  su cabeza.

Nunca hay un momento clave que te inspire a escribir. Es más bien un cúmulo de cosas… hasta que uno se sienta a escribir intentando plasmar eso que ha visto en su cabeza.

Concretamente, en el caso de El fuego y la noche, me planteé cómo afectaría la crisis a quien no debería verse afectado por ella. Es decir, que la reciente crisis le afecte a alguien es una situación delicada es normal, pero: ¿cómo le afectará a alguien con la vida resuelta? Por eso me decidí a poner la reciente crisis económica como telón de fondo de esta historia. El sexo, la búsqueda de mi personaje David Larós mediante todo este tipo de encuentros liberales, no dejan de ser un intento de respuesta a un vacío mucho mayor. Por desgracia, no te puedo contar aquí, en detalle, el porqué de cada situación morbosa de la novela, ni tampoco la deriva que toma toda esa tendencia. Lo tendrán que descubrir los lectores por sí mismos.

En “El fuego y la noche” me planteé cómo afectaría la crisis a quien no debería verse afectado por ella, alguien con la vida resuelta. El sexo, la búsqueda de mi personaje David Larós mediante todo este tipo de encuentros liberales, no dejan de ser un intento de respuesta a un vacío mucho mayor.

El fuego y la noche es tu primera aportación que materializa la que espero y confío en que sea una larga trayectoria como escritor. ¿Cuál es el rumbo que esperas continuar en adelante? ¿De qué y para quién te gustaría y vas a seguir escribiendo?

Bueno, El fuego y la noche es la culminación de unos dos años de trabajo. Como Mario Vargas Llosa, soy de la opinión que cuando se termina una novela, hay que empezar con otra casi inmediatamente para no quedar atrapado en la tela de araña de la novela anterior. Por ello estoy trabajando en una novela completamente distinta. Un Thriller de corte histórico ambientado tanto en la Viena de la Segunda Guerra Mundial como en el mundo actual.

Como Mario Vargas Llosa, soy de la opinión que cuando se termina una novela, hay que empezar con otra casi inmediatamente para no quedar atrapado en la tela de araña de la novela anterior.

Yo escribo para todo el que me quiera leer. Es un orgullo poder contar con una buena legión de lectores. Yo, de momento, estoy empezando, pero confío en que los lectores sepan valorar el trabajo. Pero, aparte de mis deseos al respecto, deseo que mis novelas ofrezcan diferentes niveles de lectura: un nivel más destinado al entretenimiento y otro con una carga más profunda que invite a la reflexión y a plantearse preguntas. Conseguirlo o no es mi trabajo como escritor. Espero haberlo logrado con El fuego y la noche, serán los lectores quienes tendrán que decirlo.

Deseo que mis novelas ofrezcan diferentes niveles de lectura: un nivel más destinado al entretenimiento y otro con una carga más profunda que invite a la reflexión y a plantearse preguntas.

-Para terminar, dinos con qué Justo te quedas: profesor o escritor. Y qué relación existe entre ambas facetas, si crees que la hay.

Son el mismo. El profesor es disciplinado, sabe dónde, cuándo y cómo sobornar a la lengua y a la historia para que ayuden a los propósitos del escritor. El escritor arma la trama, se mete en líos y en mundos diferentes al suyo para rescatar el material narrativo, escribe un borrador, lo corrige lo mejor que puede y luego se lo pasa al profesor que, con bolígrafo rojo y perspectiva crítica lo corrige y mejora en la medida de lo posible.

Muchas gracias por la entrevista. Ha sido un placer.

Justo profesor y escritor son el mismo. El profesor es disciplinado, sabe dónde, cuándo y cómo sobornar a la lengua y a la historia para que ayuden a los propósitos del escritor.

¡Muchas gracias a ti!

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Responder a Justo Zamarro (escritor): «Tener la posibilidad de recorrer los laberintos internos de la obra de Sabina es un ejercicio que nunca decepciona» – Flor Cid Comunicación Cancelar respuesta